domingo, 26 de junio de 2011

70.- De paseo por la historia..

Tras pasar otro fin de semana sin volar, me decidí a realizar un paseo por la historia de la aviación cercana a mi localidad. Al igual que hiciera hace meses visitando los restos actuales del campo de aviación republicano de la localidad de Castejón del Puente, en esta ocasión me dispuse a visitar el aeródromo republicano de Sariñena.
Hace tiempo cayo en mis manos el libro de Salvador Trallero Anoro “Alas Rojas Sariñena”, en el que se cuenta ampliamente lo que fue el campo de aviación de Sariñena. Escrito con una narrativa que te engancha lo mas impactante son todas y cada una de las fotos que acompañan este libro. Desde su lectura decidí realizar una visita a este campo, el más importante del frente de Aragón y cuya pista asfaltada aun se conserva junto a otros restos.

“El 1 de agosto de 1936 una avioneta despega de Lérida rumbo a Sariñena, con objeto de localizar un terreno para ubicar un campo de aviación avanzado que apoyaría las operaciones republicanas en el frente de Aragón y desde donde se atacarían objetivos enemigos. Tras elegir un terreno llano y despejado, situado a unos cuatro kilómetros de Sariñena y a uno del pueblo de Albalatillo, se comunicó la ubicación a Lérida, llegando el día 2 de agosto varios camiones con tropa para empezar a acondicionar el terreno de lo que llegaría a ser el aeródromo más importante del Frente de Aragón: el campo de aviación de Sariñena. Ese mismo día aterrizan los primeros cazas de combate: dos Nieuport 52 pilotados por los sargentos Jaime Buyé y Jesús García Herguido "el diablo rojo"...
Asi comienza el libro “Alas Rojas Sariñena” que cuenta toda la historia del aeródromo.

En la mañana de hoy domingo nos hemos desplazado hasta Sariñena, ciudad que esta a unos 50 Kms de mi ciudad, para poder visitar los restos del antiguo aeródromo republicano “Alas Rojas”. Tras llegar a Sariñena se continua por la carretera dirección a la localidad de Albalatillo y a escasamente 2 Kms antes de llegar ya podemos ver, a nuestra derecha, la amplia explanada que configuraba el campo de aviación. Lo que mas llama la atención es la pista asfaltada que aun se conserva, aunque utilizada por el propietario del campo para ubicar sus naves de ganado. Este aeródromo estaba organizado de tal manera que a la derecha de la carretera se ubicaba la pista de aterrizaje, y toda la llamada “zona de vuelo”. A la izquierda de la carretera se encontraba la llamada “zona de acuartelamiento” con sus barracones y demás servicios. La primera visita es a la pista de aterrizaje. Una pista asfaltada que aun hoy se conserva, y al pisarla te invade la emoción de pensar en los aviones y momentos vividos por sus pilotos sobre el asfalto que ahora pisas. Te preguntas por los pensamientos y preocupaciones de aquellas gentes, que como yo hoy día, compartían la misma pasión por volar. Después de recorrer toda la pista, actualmente unos 750metros, podemos ver en su final, junto a la carretera, una rosa de los vientos esculpida en el asfalto indicando el rumbo de pista 12. Tras realizar la visita por la “zona de vuelo” nos desplazamos al otro lado de la carretera para poder ver los restos de las edificaciones de la “zona de acuartelamiento”. En esta zona aun se pueden ver algunos restos de los barracones, depósito del agua o el transformador de luz que abastecía al aeródromo, edificios que te dan una idea de la vida llevada por esos aviadores en esa época. Mas tarde saliendo de la “zona de acuartelamiento” y junto al transformador de luz, se encuentra la fuente de Albalatillo que fue modificada para que pudieran asearse y abastecerse de agua todo el personal del aeródromo. En dicha fuente aun se conservan las modificaciones realizadas en la época y la losa de piedra tallada que indica la fecha de su modificación “X ENERO MCMXXXVII” (10 Enero 1937) que coloco el personal del aeródromo al finalizar las obras. Casi se puede sentir la algarabía y las bromas matinales en el aseo diario de aquellos hombres para disimular sus preocupaciones ante las misiones de vuelo que tenían por delante. Desde este aeródromo se realizaron todo tipo de misiones de bombardeo, escolta, reconocimiento y defensa del llamado “frente de Huesca”. La visita termina realizando el recorrido por los límites del campo en su parte sur donde se encuentran las trincheras y parapetos defensivos del campo, todos ellos aun visibles. Ha sido una visita que tras haber leído el libro “Alas Rojas Sariñena” te llena de emoción el saber como vivieron esos momentos aquellas gentes que tras sus ideales, todos compartieron, en su momento, el mismo sueño que hoy estoy viviendo, poder volar. Por un instante te parece pertenecer a una gran familia llena de gestas heroicas, y te sientes orgulloso de perseguir el mismo sueño que ellos y de poder volar algún día por el mismo cielo que ellos volaron.
Gracias por seguir este blog y por vuestros comentarios.

3 comentarios:

  1. Hola Salvador.
    Una entrada muy interesante, dan ganas de ir a visitarlo.
    Las fotos muy buenas.

    Javier

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  2. Hola las dos ultimas fotos a que pertenece

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  3. Hola

    Las dos últimas fotos son los bunkers que hay en el perimetro del campo para su defensa.
    En ellos se emplazaba armamento anti aereo.

    Un saludo

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