sábado, 3 de diciembre de 2011

87.- Llego “la suelta“.

Han pasado ya algunas horas desde que esta tarde realizara mi suelta, pero mi mente sigue aun realizando ese primer vuelo en solitario que todo alumno espera con ilusión. Sigo recordando todos y cada uno de los detalles, vividos tan claramente, que aun esta mi mente borracha de esos sentimientos y emociones que nunca olvidare.
Mi sueño siempre fue “volar” y me veía a los mandos de un avión volando entre las nubes. Hoy he cumplido ese sueño, por fin he volado solo a los mandos de un avión. La sensación ha sido indescriptible y me acompañara siempre, ha sido algo casi mágico.
La historia de mi suelta comienza el viernes pasado, tras 15 días sin volar por mala meteo, cuando el Director de la escuela de R.S, Robert, me llamo para comunicarme que este sábado me presentara a las 9:30 en LEDA para un vuelo de instrucción. El viernes antes de ir a dormir me prepare mi bolsa de vuelo con todo lo habitual en ella y tras mirar por la ventana de mi casa, y ver el cielo tapado, pensé que no volaría. El sábado por la mañana a las 8:30 Robert me llamo para decirme que el vuelo se retrasaba por motivos de la meteo y que me presentara sobre las 14:00 para el vuelo. Sobre las 13:45 me presente en las oficinas de la escuela de R.S. en LEDA, donde se encontraba Robert con una visita. Tras las presentaciones me comunica que me prepare todo lo referente al vuelo para salir a volar sobre las 15:00. Me dirijo a la sala de pilotos para ver el METAR y TAFOR del aeropuerto y me encuentro con el meteorólogo que me comunica que sobre la pista de LEDA hay nubes dispersas a 2000 y que no subirán más, con una visibilidad de más de 10000. Con estos datos miro en el terminal de la sala de pilotos la información referente al viento, y veo que hoy hay viento cruzado de 5 nudos y pista activa la 31. Acto seguido recojo las hojas del plan de vuelo y me voy a la escuela para cumplimentar el plan de vuelo y la carga y centrado. Una vez he finalizada toda la documentación del vuelo, y tras entregar el plan de vuelo en la oficina del CECOA, nos pasamos por la cafetería a tomar un café antes de salir. Casi sin darme cuenta ya estoy en plataforma realizando la revisión exterior de la DA-20. Robert me comenta que tras el despegue me dirija sobre el punto “S” para soltarme un poco tras estos 15 días sin volar. Al poco rato ya estoy en carrera de la 31 buscando la altitud de 2000 pies para empezar a virar a izquierda para ir al punto “S”. Cuando salgo del viraje Robert me dice que me ve tan suelto que ya puedo continuar con el circuito. Sin pensarlo dos veces me incorporo a viento en cola izquierda de la pista 31 y compenso a 2000 pies. Tras realizar mi primer toma y despegue todo a salido perfecto, mucho mejor de lo que yo me esperaba y comienzo con mi segundo circuito. Tras esta segunda toma, antes de irme de nuevo al aire Robert me dice “has escuchado ese ruido, ha sido la rueda de morro. Para y entra en plataforma que lo mire”. Yo asustado pensando que ya he roto algo del avión, carreteo preocupado hasta plataforma. Cuando llegamos a parking paro motor, abro la cúpula y Robert me dice que no me mueva que lo mira el. Tras bajarse de la DA-20 recoge sus cascos y notas y me dice que me disponga a realizar dos circuitos yo solito, con cara de sorpresa le digo si esta seguro, el me dice que si y mi respuesta, antes de que se arrepienta es “cuidado que cierro la cúpula que me voy”. Ha sido toda una sorpresa para mí. Yo sabia que el día de la suelta estaba cerca pero nunca pensé que seria hoy, tras 15 días sin volar y con 5 nudos de viento cruzado. De repente me encuentro solo en el silencio de la cabina de la DA-20 mientras veo alejarse a Robert. Tanto tiempo escuchando hablar de este momento en la instrucción de un piloto y ahora me toca a mi. Al principio no siento que estoy solo. Realizo las check-list de puesta en marcha y carreteo a punto de intersección Alfa. En este punto realizo la prueba de motor y al comunicar mis intenciones de backtrack para pista 31 otro avión me informa que esta realizando simulación de aproximación instrumental a la 31 pero que puedo proceder que no es tráfico para mí. Realizo el backtrack y tras alinear en la 31 me dispongo a poner el motor a 2000 vueltas y comenzar el despegue cuando mirando el asiento vacío de mi derecha percibo por primera vez la sensación que realmente voy a volar solo. En ese instante y como si lo hubiera presentido, Robert, por otra frecuencia, me da ánimos. Comienzo la carrera de despegue 30, 40, 50, 55 nudos y arriba y casi sin darme cuenta dejo atrás el suelo y la fuerza de la gravedad que me une a el y por primera vez estoy volando solo. Al poco rato nivelo el avión a 2000 pies y comienzo mi viraje a viento cruzado, poco después ya estoy en tramo viento en cola izquierda de la 31. En este momento me siento relajado y por un instante me acuerdo de la historia de la rueda que me ha soltado Robert y me río de lo tonto que he sido al tragármelo. Ya estoy en final de la 31, será mi primer aterrizaje solo y con viento cruzado. Busco la velocidad 70 nudos y pista y voy alineando mi avión a la izquierda del centro de la pista para compensar el viento que sopla de la izquierda y me tira a la derecha. Ya sobre la pista, un poco de palanca al viento y pie contrario justo antes de tocar, manteniendo el morro paralelo y casi cuando va a tocar tiro de palanca hacia mí para hacer contacto primero con las ruedas traseras y manteniendo la palanca atrás espero el contacto de la rueda delantera. Perfecto, ha sido muy suave. Casi sin darme cuenta meto gas y ya estoy en el aire para realizar mi segundo circuito para toma final. Este último circuito lo realizo mucho mas tranquilo que el primero y me siento en perfecta armonía con el avión y me sorprende lo tranquilo que estoy, es maravilloso. Nuevamente ya estoy en tramo final de la 31 y en esta ocasión es tan suave mi toma que casi ha sido como besar la pista. Por la frecuencia de operaciones escucho las felicitaciones de Silvia, del personal del CECOA, que ha estado pendiente de mí, muchas gracias. Emocionado y eufórico empiezo a carretear a plataforma donde me espera Robert. Tras parar el motor bajo de la DA-20 y me abrazo a Robert. Acto seguido el meteorólogo me da una botella de cava mientras Robert le grita que no me la de, pero ya es tarde. Las intenciones de Robert eran mojarme con ella pero yo ya no la suelto ni un momento. Tras las fotos de rigor y las felicitaciones nos dirigimos a la escuela para realizar el “de-briefing” donde por primera vez cumplimento en mi diario de vuelo “piloto al mando Salvador Díaz”. Después terminamos en la cafetería del aeropuerto, junto con Aurelio, que ha venido de Monzón, disfrutando de la botella de cava que todos han firmado para recordar mi suelta. Gracias a mi instructor Marc y al Director de la escuela Robert por haber conseguido hacer de mí casi un piloto y gracias a mi familia y a todos los que en algún momento me habéis dado ánimos para seguir adelante.



6 comentarios:

  1. Enhorabuena Salva. Este puente nos vemos y me lo cuentas todo con detalle.
    Un beso ANA.

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  2. Felicidades Salva! Eres un campeón! Acuerdate de la rueda, será famosa! Cuando la vayamos a cambiar por gastada te la regalo!

    Un abrazo y enhorabuena otra vez!

    Robert

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  3. Ya me la diste bien con la rueda Robert je je. Me lo trage del todo. Fue fantastico volar solo, gracias.

    Salvador Alumno PPL de RS en LEDA

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  4. Enhorabuena Salvador.
    Hace tiempo que sigo tu blog y lo he recomendado a amigos que quieren ser PPL.
    Me ha alegrado leer lo de tu suelta, me ha hecho recordar la mia. Sigue asi y pronto tendras tu licencia.
    Un abrazo.
    Jesus

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  5. Enhorabuena Comandante.

    A partir de ahora ya verás como vas a disfrutar más (si cabe) de volar.

    Me alegro muchísimo :-D

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  6. Muchas gracias Gonzalo, como tu me dijiste, "todo llega".
    Ahora a seguir hasta el final.
    Saludos.

    Salvador Alumno PPL de la escuela R.S. en LEDA

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